(Luis Cilia. Adaptación: Adolfo Celdrán)
(popular griega, recogida por Maurice Ravel.
Traducción y adaptación al castellano: Adolfo Celdrán)
Resiste, mi amor, resiste
tras las rejas de tu prisión,
no tengas ese aire triste
ni tengas desolación.
No, no, mi amor
no pienses que te dejé
que tengo miles de hermanos
y con ellos volveré.
Pronto, la nueva aurora,
pronto llegará.
Sonreirá quien llora ahora
Cuando yo cante otro cantar
Cuando cante un nuevo cantar.
"Canción de las recogedoras de lentisco"
¡Ah, mi alegría
mi corazón,
mi amor ardiente!
Tu, mi bien,
mi vivir,
yo te quiero
sólo a ti.
Tú eres más dulce
que un ángel.
Y cuando tu apareces,
radiante,
ante nuestros
cansados ojos,
como un ángel azul
bajo el cielo abrasador,
nuestro pobre corazón
suspira.